huevo de obsidiana

Ha sido una experiencia increíble, preciosa. Lo que he vivido mientras hacíamos la respiración y el momento después ha sido maravilloso. He puesto conciencia de mil cosas y la más importante ha sido darme cuenta de que me quiero muchísimo. He sentido un amor enorme, ganas de perdonarme, ganas de abrazarme, de darme besos. Y todo eso entremezclado con una sensación de paz abundante.
No había pensamiento, no había nada y a la vez había todo…
Doy mil gracias a Elma por haberme transportado a este estado tan profundo y real.