Testimonio de una mujer que descubrió como sus pensamientos
le habían llegado a separar de sus parejas

testimonio creencias con Elma Roura

 

Toda mi vida había creído, sentido y aceptado que la penetración en las relaciones sexuales hacía daño.
Trabajando mis creencias con Elma, un buen día me di cuenta, sentí, como este pensamiento me había separado de mis parejas, me había impedido sentirlos y quererlos, y no sólo en el momento de las relaciones sexuales sino también en mi “estar” en la relación, ¡sin darme cuenta de que creía que me querían hacer daño!

Trabajando las creencias he podido sentir como, sin este pensamiento, sin la creencia de que la penetración duele, he podido abrir mi corazón al amor. Me he dado cuenta de que sin esta creencia puedo sentirme cerca de mi pareja, abrirme al amor y a querer, a sentir la belleza del momento de la unión de lo masculino y lo femenino. He podido sentir que esta unión es alegría, paz y felicidad y en absoluto dolor, ni sufrimiento, es un momento lleno de luz, no de miedos.

Y al poder sentir esta capacidad de abrir el corazón y no creer que los hombres querían hacerme daño, he podido sentir que soy valiente, fuerte, que puedo escoger, decidir y defenderme si hace falta.

He descubierto como las creencias condicionan de una manera inesperadamente profunda nuestra vida.
He descubierto como las creencias nos condicionan de una manera que nunca hubiéramos ni imaginado.

Me he dado cuenta de que una mente libre de creencias limitadoras es un corazón abierto al amor, a la vida y a la paz.
Nunca hubiese pensado llegar donde estoy ahora trabajando las creencias.
Empezar a trabajar las creencias ha sido empezar a abrir primero ventanas, luego puertas y zonas que yo creía terriblemente oscuras. Me doy cuenta de que no hay para tanto, que es nuestra mente la que construye oscuridad en un lugar que realmente está lleno de claridad.

Esta fuerza que he sentido al romper esta vieja creencia que me ha acompañado toda la vida, me ha abierto la puerta a una actitud de total confianza en mi misma también en otras áreas de mi vida en las que también pensaba que no podría cambiar.

He descubierto que, libres de creencias, somos mucho más fuertes y valientes. Somos seres que entonces sí somos capaces de amar de verdad.
Ser libres de creencias, nos hace sencillamente ser libres para escoger y amar el momento presente, sea cual sea… nos permite realmente sentir.

Mujer 50 años, Barcelona