Testimonio sobre sesiones individuales de tantra con Elma

sesiones individuales tantra

Quiero compartir aquí, un testimonio de una chica que vino a la consulta hace un tiempo. Con ella vivimos un proceso bien bonito que ahora recuerdo y comparto a través de sus palabras.

Mi búsqueda empezó porque quería resolver y entender a qué se debía que no pudiera tener un orgasmo con mis parejas, ya que en mi intimidad no tenía ese problema. Si bien disfrutaba de mi sexualidad, por mi cabeza pasaban muchas cosas que me distraían, que no me dejaban relajarme y vivir la experiencia al cien por cien. Si encima le sumamos un sentimiento de vergüenza muy grande que me impedía pedir, explicar o guiar a mi novio hacia donde necesitaba, el resultado no podía ser de otra manera. Esto me dejaba no sólo con la permanente pregunta de si era a lo máximo a lo que podía aspirar sino también con un fuerte sentimiento de que algo andaba mal conmigo.

En el momento en que decidí que no podía seguir así, que debía trabajar mi problema, sabía que no quería una terapia tradicional ni a un sexólogo, porque también necesitaba tratar un tema de comunicación no solamente a nivel sexual sino a uno más general.

Me recomendó a Elma que, entre muchas cosas y sin yo saberlo, trabaja con el Tantra. Poco a poco, por medio de varios ejercicios, que no son otra cosa que diferentes formas de meditar, fuimos tocando diferentes puntos. Lo primero que me enseñó fue a usar la respiración, que es básicamente la herramienta más potente para centrarme en mi y conectar con cada parte de mi cuerpo. Aprendí a conocerme de la misma forma que un niño se descubre a sí mismo por primera vez. Me ayudó a aceptar y honrar todo lo maravilloso que tengo. Trabajamos intensamente en saber lo que me gusta y lo que no, de que manera y con qué ritmo, para poder luego transmitirlo a mi pareja. Como en muchas cosas de la vida primero tenemos que estar bien nosotros para poder estarlo con los demás.

Ahora vivo mi sexualidad de otra manera, estoy presente en el momento, siento con más intensidad cada caricia, de a poco voy dejándome llevar y pidiendo lo que quiero. Si bien se vuelve un acto más espiritual, de una conexión más profunda con la otra persona, nada impide que la pasión y el fuego entren en el juego. La idea básica es dejar fluir la energía y que la misma te guíe al placer.
Todavía me queda un buen camino por recorrer pero lo hago más segura y abierta a lo que me pueda encontrar.

A. 32 años. Barcelona

Aquí abajo os dejo un reportaje en La Vanguardia que me hicieron sobre Tantra donde esta misma chica daba su testimonio sobre su experiencia.
http://bit.ly/I7DsZJ

¡Espero que os guste!

Un abrazo
Elma

www.desarrolla-te.com